miércoles, 5 de diciembre de 2012

GRAY GARDENS STYLE

La historia es como un poema largo y melancólico; se ancla al pasado y oscila permanentemente entre la decadencia y la fantasia. Algo cercano a la belleza se desprende de ella: me resulta tan exquisita, que no debería haber ocurrido en la vida real; debería haber sido un sueño en la mente de alguien, o una novela sin terminar.
Grey gardens no es una ficción, es un documental; Grey gardens no es una mansión sureña, era una casa de veraneo situada en East Hampton promediando la década de los setenta; y Edith Bouvier Beale no es Scarlett O´Hara vieja y venida a menos, pero lo parece cuando baja las escaleras de su casa derruida y sucia con toda la altivez que le permite el peso de sus ocho décadas sobre las encorvadas espaldas. Con ella vive su hija cincuentona, soltera y opacada por su manipulador encanto, media docena de gatos y un par de mapaches. Los Maysles meten la cámara en el dormitorio; cenan con ambas; las ven bailar; las oyen cantar y reprocharse la voz y los pretendientes perdidos; las muestran frágiles, decadentes, ingeniosas y crueles. Dos cosas me perturban todavía: la refinada violencia de esas mujeres, y la alegre belleza fotogénica de la hija contrapuesta a la fragilidad psíquica de su presente. Porque la madre fue una exitosa cantante, se casó dos veces, tuvo millones y vivió su vida como quiso; pero la hija hipotecó la suya en el agujero negro materno y quedó atada a una adolescencia emocional que ya no condice con su cuerpo ni tiene vuelta atrás. Fueron la tía y la prima, respectivamente, de Jacqueline Kennedy, pero le puede pasar a cualquier hijo de vecina.
Una historia que no habría cobrado tanta importancia, sino fuera por su conexión familiar que tenía con Jacqueline Onassis. "La prima de Jackie Onassis: ¡Escándalo sanitario!”, titularon los diarios de la época, un escándalo que obligó a Jackie Kennedy a acudir en ayuda de su prima y su tía para ordenar la limpieza y comprar nuevos muebles para la caótica casa
Drew Barrymore y Jessica Lange protagonzaron “Grey Gardens”, y resulta increible ver la historia. La película también fue nominada a 17 Premios Primetime Emmy, incluyendo la nominación para la actriz principal en una miniserie o película para Drew Barrymore y Jessica Lange.
De cualquier forma, el estilo delirante e irreal de Grey Gardens quedó registrado en aquél excelente documental que constituye por si mismo una pequeña joya e inspiró múltiples tendencias; el recuerdo de las dos excéntricas mujeres ha incluído una obra de teatro muy famosa y una recreación del documental original, en 2010, con Jessica Lange y Drew Barrymore. Pero lo más interesante de la tendencia Grey Gardens fue el efecto que Edie produjo sobre los diseñadores más famosos del mundo; "turbantes, manteles amarrados con alfileres, faldas llevadas de manera inversa, chalecos de atrás para delante y trajes de baño combinados con tacos altos, son algunos de los “vanguardistas outfits” llevados por Edith". Calvin Klein declaró que en algún momento estuvo influenciado por el extraño sentido de lo fashion que tenía Edie y Harpers Bazaar publicó un especial de moda en 1997 completamente inspirado en ella. Durante la primera década del Milenio, John Galliano y Prada hicieron lo propio.
Trailer del documental original : "Grey Gardens". Albert and David Maysles. 1975. Enlaces y Fuentes electrónicas. http://en.wikipedia.org/wiki/Grey_Gardens http://www.stylebubble.co.uk/style_bubble/2012/05/gray-gardens.html http://www.google.cl/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=4&ved=0CEQQFjAD&url=http%3A%2F%2Fwww.jtinsider.com%2Findex.php%2Finsider%2Ffashion%2Fgray_gardens%2F&ei=412_UJj9IaKT0QGbqoHgCQ&usg=AFQjCNE5YlehpmNicngBjOA1lCoVhqaBEg